El protocolo RGB hace que Bitcoin sea grande nuevamente: de pagos a contratos inteligentes, comienza una nueva travesía en Web3.
La tecnología Web3 ha experimentado un desarrollo próspero durante más de diez años, surgiendo diversas innovaciones. Bitcoin, sin comprometer la descentralización y la seguridad, ha continuado mejorando su capacidad de protección de la privacidad, implementando características avanzadas como las firmas Schnorr y Taproot, sentando las bases para innovaciones tecnológicas posteriores. Los contratos inteligentes en la cadena, representados por Ethereum, también han dado lugar a la era dorada de aplicaciones como DeFi. Sin embargo, desde 2022, la innovación en la industria Web3 parece haber entrado en un estancamiento, ya que la tecnología blockchain no ha podido superar las limitaciones del triángulo imposible, lo que dificulta la implementación a gran escala.
Entonces, ¿hemos alcanzado el límite de la tecnología? ¿Aún hay campos desconocidos más profundos esperando ser explorados? Quizás, es en estas exploraciones donde el protocolo de segunda capa de Bitcoin, RGB, está esperando su momento, madurando gradualmente para desafiar las limitaciones tecnológicas existentes.